La inteligencia artificial (IA) se enfoca en el desarrollo de algoritmos y sistemas que puedan realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el reconocimiento de patrones, la toma de decisiones y el aprendizaje automático. La IA se aplica en una amplia variedad de sectores, por ejemplo el aeroespacial, la maquinaria industrial, y el equipamiento de instalaciones fotovoltaicas.

En el sector aeroespacial, la IA se utiliza para mejorar la seguridad y la eficiencia de los vuelos, así como para optimizar la planificación y la gestión de los vuelos. Por ejemplo, un sistema de IA puede utilizar datos históricos de vuelos para predecir los patrones climáticos y optimizar los rutas de vuelo en consecuencia. Además, la IA también se utiliza para monitorear y mantener la salud de los sistemas a bordo de los aviones. Por ejemplo, puede analizar el estado de los sistemas del avión para proponer soluciones o actuaciones al piloto en caso de situaciones complicadas.

En la maquinaria industrial, la IA se utiliza para mejorar la eficiencia y la seguridad de la maquinaria. Por ejemplo, un sistema de IA puede utilizar datos históricos de la maquinaria para predecir y prevenir fallas antes de que ocurran. Además, la IA también se utiliza para optimizar el rendimiento de la maquinaria y para monitorear su salud.

En el equipamiento de instalaciones fotovoltaicas, la IA se utiliza para optimizar la producción de energía y para monitorizar la salud de la instalación. Por ejemplo, un sistema de IA puede utilizar datos históricos de la producción de energía, la previsión meteorológica, las necesidades de mantenimiento y los precios del mercado eléctrico para proponer las horas y días en los que es más rentable llevar a cabo las acciones de mantenimiento.