La simulación en el aprendizaje es un enfoque eficaz que busca que los estudiantes sean agentes activos en el desarrollo de sus conocimientos y habilidades a través de experiencias inmersivas. El aprendizaje por simulación se basa en el método learning by doing, que busca que los alumnos adquieran conocimientos y competencias directamente al enfrentar situaciones que reflejan la realidad. Esto significa que los estudiantes toman decisiones, enfrentan desafíos y resuelven problemas en un entorno virtual, lo que les permite explorar y aprender sin riesgos innecesarios. 

¿En qué consiste el Learning by doing? 

El concepto de "Learning by doing" se basa en investigaciones que demuestran que recordamos y comprendemos mejor aquello que experimentamos de primera mano. Las simulaciones virtuales generan un alto nivel de interacción durante el proceso de aprendizaje, lo que contribuye a una retención más efectiva de la información y al desarrollo de competencias mientras los estudiantes participan activamente en la simulación. 

Una ventaja adicional de este enfoque es que la información se puede adaptar a las necesidades e intereses individuales de los alumnos. Al utilizar interfaces similares a las de los videojuegos, los estudiantes encuentran un ambiente motivador que los impulsa a explorar y aprender de manera autónoma. Además, la satisfacción de llegar a soluciones por sí mismos fomenta la autoconfianza y la autonomía en el proceso de aprendizaje. 

A diferencia del método de enseñanza tradicional, que a menudo comienza con principios teóricos abstractos para luego aplicar ejemplos, el enfoque de aprendizaje por simulación sigue un camino inductivo. Comienza con situaciones concretas y desafiantes que los estudiantes deben abordar, lo que les permite deducir principios y conceptos a medida que avanzan. Este proceso de aprendizaje activo y orientado a la resolución de problemas es altamente efectivo para internalizar el conocimiento y las habilidades. 

Cuando este tipo de aprendizaje práctico no puede realizarse debido a la imposibilidad de desplazamientos o a la complejidad de los procesos la solución más efectiva es recurrir a los simuladores digitales, que reproducen de manera fiel los procesos de la realidad en un entorno virtual. 

El aprendizaje por simulación también se destaca en el desarrollo de habilidades prácticas y funcionales, así como en el fortalecimiento de la capacidad de toma de decisiones. Los estudiantes no solo adquieren conocimientos teóricos, sino que también aprenden a aplicarlos de manera efectiva en situaciones reales o simuladas. Además, este enfoque promueve el desarrollo de habilidades interpersonales y la colaboración en equipo, ya que a menudo involucra la resolución de desafíos en un contexto de grupo. 

En resumen, el aprendizaje por simulación ofrece una serie de beneficios tanto para los estudiantes como para las organizaciones. Los estudiantes experimentan un aprendizaje más efectivo y motivador, mientras que las organizaciones mejoran la preparación y la capacidad de respuesta de sus empleados. Esto se traduce en un rendimiento laboral más sólido y una mayor eficiencia en los procesos de formación. 

Ventajas de aprender con simuladores digitales 

Este tipo de aprendizaje presenta numerosas ventajas: 

• Reducción de la curva de aprendizaje, mayor retención de la información y menor cualificación requerida. 
• Herramienta idónea para procesos de montaje, operación, mantenimiento o reparación. 
• Entrenamiento de operaciones complejas en un entorno seguro y sin necesidad de parar la producción. 
• Simulación virtual para entrenar operaciones de defensa complejas o peligrosas en un entorno seguro y controlado. 
• Formación y entrenamiento de operarios y pilotos. 
• Mejora de la competitividad y eficiencia en los procesos de trabajo. 
• Experiencia inmersiva gracias a la digitalización de modelos y entornos 3D a escala. 
• Reducción de errores y mejora de las capacidades del equipo. 
• Personalizable y adaptable a todo tipo de necesidades. 

El futuro del aprendizaje 

La utilización de simulaciones como método de capacitación para los empleados se ha vuelto cada vez más común en el mercado, y esto se debe a los numerosos beneficios que ofrece. Este enfoque de aprendizaje proporciona a los usuarios una experiencia que difiere de los métodos tradicionales, lo que acelera significativamente la adquisición de conocimientos de manera efectiva. Como resultado, las organizaciones logran mejorar su competitividad y optimizar su estructura, ya que se evidencia una notable mejora en las habilidades de su equipo.